El próximo 18 de febrero será un día crucial para la ciudad.

SANTO DOMINGO ESTE.-

Después de tres largos años de maltrato, vejaciones políticas, calumnias y mentiras, es sorprendente ver cómo algunas de las mismas personas que han perpetuado esta atmósfera tóxica ahora hablan de unidad. Es como si hubieran olvidado todas las divisiones y animosidades que sembraron durante todo este tiempo.

La administración municipal de SDE ha enfrentado desafíos y dificultades en su intento de llevar a cabo su visión para la ciudad. Nadie puede negar que gobernar una municipalidad es una tarea complicada, y la crítica constructiva es esencial para mejorar y avanzar. Sin embargo, lo que hemos presenciado no ha sido una crítica constructiva, sino más bien un intento constante de socavar y desacreditar a quienes están en el poder.

Estas indelicadezas municipales no solo han perjudicado a la administración actual, sino que también han debilitado el liderazgo de la ciudad. La confianza en la política y en los líderes públicos se ha visto socavada por las tácticas divisivas y destructivas que hemos presenciado.

Lo irónico de todo esto es que, al debilitar al liderazgo de la ciudad, aquellos que han impulsado esta polarización han fortalecido involuntariamente a la oposición. La gente está buscando alternativas, cansada de la confrontación constante y la falta de cooperación entre los diferentes actores políticos.

El próximo 18 de febrero será un día crucial para la ciudad. Será una oportunidad para que los ciudadanos reflexionen sobre el camino que desean seguir. ¿Optarán por la unidad y la colaboración, o seguirán respaldando a aquellos que han perpetuado la división y el conflicto?

El tiempo dirá cuál será el veredicto de la ciudadanía. Lo que es seguro es que la unidad y la cooperación son esenciales para abordar los desafíos que enfrenta cualquier comunidad. Esperemos que después de estos tres años de polarización, podamos encontrar un camino hacia una ciudad más unida y próspera.

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